Hay en su mente una piel
Y en su mirada unos ojos
Y en todos sus labios rojos
Hay un dulce gusto a miel
Y eso que aquí no hay Él
Que se trata de dos Ellas
Que se beben las estrellas
En la copa del sostén
Y cuando puestas a cien
Se acarician con amor
A ver quien tiene el valor
De decir lo que está bien
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