domingo, 1 de marzo de 2009

Su cuerpo es vino


Tengo el rostro perlado del deseo
Y la mente cuajada del asombro
Se endurece mi cuerpo si la nombro
Se acelera el corazón si la imagino


Su cuerpo me embriaga como el vino
Su boca me lleva desbocado
Su sexo me tiene aprisionado
Tirando del mío para adentro


Busco con ansia y al final encuentro
Las rosas de sus pechos con mis dientes
Cuando ciego de amor y tan caliente
Me derramo entre sus labios de alabastro

1 comentario:

María dijo...

Deseos y sentimientos que fluyen,
amor y pasión,
divina locura
que lleva al cielo.

Preciosos poemas, venía a leer alguno nuevo pero como no tienes nada nuevo, me quedé en este.

Salu2.