Viene rodando rodando
Como un guijarro que rueda
Rodando por la vereda
La pezuña del caballo
Era un sangre pura bayo
Con las patas derechitas
Y tenía una manchita
Blanca muy blanca en la frente
Se paraba de repente
Y empinaba las orejas
Y con su cola bermeja
Se espantaba los mosquitos
Cuando le pegaba el grito:
Pampa! Se revolvía
Y en sus ojos la alegría
De lejos se le notaba
Hoy que ya no queda nada
De aquel tiempo clina al viento
A veces creo que lo siento
Relincharme por azúcar
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