sábado, 1 de enero de 2011

Una tarde de esas

fue una tarde de esas que el viento respeta
y el sol acaricia con cálida luz
yo te robe un beso, y alguna caricia
me llevó hasta el cielo de una gran pasión
.
se quebró el aliento, se llenó de fuego
la dulce mirada de mi gran amor
se apartó el vestido y cerró sus ojos
y de niña hermosa se volvió mujer
.
era primavera, cantaba el jilguero
perfumaba el aire de aromas la flor
se oía el murmullo del río cercano
se detuvo el tiempo, floreció el amor
.
ha pasado el tiempo, que nunca me espera
no canta el jilguero, ni aroma la flor
pero todavía contemplo sus ojos
de aquel tan hermoso, brillante verdor

1 comentario:

Leibi Ng dijo...

Me has recordado la copla:
"... Ojos verdes, verdes
con brillo de faca
que se han clavaito en mi corazón
Pa mí ya no hay soles,
lucero, ni luna,
No hay más que unos ojos que mi vida son.
Ojos verdes, verdes como
la albahaca.
Verdes como el trigo verde
y el verde, verde limón.

En tu poema hay menos drama y deja un sabor a "ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise".
¡Feliz 2011!