El niño se bebía el llanto
por no derramarlo al suelo
donde un vellón blanco y negro
era el motivo del duelo
un cuzquito orejas blancas
y de ensortijado pelo
yacía allí despatarrado
frente al niño sin consuelo
ojitos negros sin brillo
que no ven, y antes no vieron
venir por la calle angosta
a la muerte en cuatro ruedas
Y el niño llora y no sabe
mas que llorar en silencio
las lagrimas van cayendo
Y ahora si, las bebe el suelo
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