a veces suelen venir
de un ocaso iluminado
por un cielo anaranjado
navegando en un bajel
.
Unos ojos color miel
y un flequillo colorado
unos labios separados
con el lindo gesto aquel
y las motas de su piel
que todavía deseo
me parece que las veo
en el rojo atardecer
No hay comentarios:
Publicar un comentario