en la punta de los dedos
que pierdo todos los miedos
y me va de campanillas
camino por las orillas
de dormidos arroyuelos
pensando en sus dos hoyuelos
y en el volar de su falda
que caminando, ay se vuela
alli por Pintor Tudela
y La Fuente de San Juan
y en lo que todos pensarán
cuando miran su belleza
aunque lleve la cabeza
casi como un muchachito
pero le sienta bonito
como casi todo a ella
(ya te hablé de aquella estrella)
no lo puedo remediar
y me alegro por contar
quizas un poquito tarde
pero cuando leño grande arde
no se apaga así no mas
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