Sediento de ti, y hambriento
de tu risa incontrolada
tantas, y tantas veces escuchada
me roba hoy el pensamiento
Donde estaras, pregunto al viento
que sopla insolente en mi ventana
que me escucha indiferente y con desgana
ya que nada le importa lo que siento
Que mal suenan las palabras sin tu acento,
son distintas estas noches solitarias
que se han vuelto sin ti tan ordinarias
y tan llenas de zozobra y de lamento
La vida es un lento movimiento
tan lento, lo siento que ahora fuera
que parece que por mucho que escribiera
no alcanzaría a describir mi sufrimiento
Y sin embargo, a pesar de que lo intento
Todavía quiero al menos uno de sus besos
No hay comentarios:
Publicar un comentario