Fue una vez, que no era
negro piano como un toro
con sus bisagras de oro
y sus teclas de arlequín
y ese lindo rintintín
de las chispas de sus dedos
que me alejaban los miedos
y acercaban el soñar.
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mirar, oír y callar
Beethoven, Motzart,Chopin,
que le sentaban tan bien
a mi breve juventud
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ahora siento una inquietud
por saber donde estará,
por que cielo volará
dulce paloma morena
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y cuando tengo una pena
(verás parece mentira)
como cabra al monte tira
mi corazón hacia el piano
lo busco como el gitano
que se arrima a su guitarra
cuando el dolor que le amarra
se empecina en no aflojar
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Pero un dia ha de llegar
si no se corta mi aliento
que echaré velas al viento
para cruzar ese mar
para volverte a mirar
por lo menos una vez
con ojos de la niñez
en el recuerdo de siempre
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