me han dicho señora mia
que no recuerda mi nombre.
Ni las cosas que suceden
entre una mujer y un hombre
cuando Don Amor se adueña
de dos corazones nobles
Señora, que no se doble
cual junco de la ribera
la palabra que dijera
con suspiro entrecortado
a su eterno enamorado
aquella noche de luna
sin haber firma ninguna
en escrito, ni testigos
ni siquiera algun amigo
que de fé de aquellos hechos
Señora, me duele el pecho
que no recuerde mi nombre
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