
que el huerto, el jardín, estan mojados
de lagrimas de amor, toda la casa
el perro me sigue solidario
sin saber muy bien lo que sucede
intenta adivinar que es lo que puede
hacer para aliviar este calvario
Y en su jaula plateada mi canario
canta, y se calla, se asombra, me mira
inclina la cabecita y se gira
esperando el contrapunto del silbido
Pero toda mi alegría se ha ido
persiguiendo el encanto de tu acento
y esa fuerte desazón que ahora siento
ha callado la canción y hasta el silbido
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