
o la razón que manda la cabeza
yo no puedo negar aquel amor
siendo vasallo de tan buen señor
habiendo una verdad que nunca niego
justo es decir que tanto fuego
no puede apagarse de un soplido
Pero doy por perdido lo perdido
sabiendo que una vez afortunado
fui, por haber encontrado lo encontrado
en el duro camino de mi vida
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