no digo que no me gustara
no digo que no la quisiera
y no niego que le pareciera
adorable a quien la mirara
pero lo realmente singular
no fueron esos detalles
lo me que ganaba, de calle
es muy largo de explicar
era como un engranaje
donde cada afilado diente
encajaba perfectamente
en todos los de mi traje
si reía me encontraba
esbozando una sonrisa
me quitaba la camisa
sin desprender un botón
era tal la conexion
que a veces me costaba
entender como pasaba
con toda aquella emoción
al final, es la razon
que casi nunca la tiene
la que dice que conviene
cuando mata el corazón
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