
desde la última vez que me pasó
y la verdad, no me alcanzó
el poncho para taparme la vergüenza
tuve que armarme de paciencia
resistir el impulso de llamarte
para escuchar tu voz, para contarte
para escuchar de ti, y que me cuentes
yo me digo, así
tiene que ser, no te lamentes
me parte el corazón imaginarte
se rompe mi alma por nombrarte
pero tal vez, para los dos es lo mejor
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