Ese el viajero que va
por el cálido desiertodonde todo es seco y yerto
por el sol abrasador
al mirar alrededor
y no poder ver ni un alma
aunque conserve la calma
solo piensa en salir
Cuando tuvo que partir
seguro que imaginaba
aquello que le esperaba
el cansancio y el calambre
el frío, la sed y el hambre
pero a lo mejor,
en su ingenuidad
no pensó en la soledad
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