los senderos, los trenes los caballos,
cuando vuela la mente en el remanso
profundo y retorcido del destino
nunca he sido el hogar, yo soy camino
un guijarro que rueda, impenitente
por momentos veloz, en la pendiente
y con lento vagar voy cuesta arriba
ya no seré, un triste barco a la deriva
seré un bajel, con todo el trapo al viento
mi único dios, es el amor que siento
la única ley, el mítico albedrío
(Como dice la Wanda: Con el alma cansada de llorar,..)
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