tengo tanta sed que tomaría
de tus labios el agua
y la alegría
de tus besos, por la vida mía
que en susurros
contarme el devenir de cada día
Con un sol anaranjado yo podría
ser tu sombra
de amor toda la vida
tengo tanta sed, de ti,
amada mia
que moriré mi muerte
y mi agonía
igual que el arbusto
lo hace en la sequía
sin llanto, sin sangre,
y sin manías
simplemente secarse, un mediodía
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