a veces uno tiene sed.
de tantos días de sol
lentos como un caracol
y como el fuego, calientes
cuando rechinan los dientes
la lengua se vuelve un trapo
raído como un harapo,
y ardiendo como una fragua
Un mísero hilito de agua
se convierte en un tesoro,
un fresco chorrito de oro
que baja por tu garganta
entonces la vida canta
todo se vuelve mas bueno
hay flores sobre el terreno
que pisas, todo alegría
pero de repente un día
despues de mucho pensar
pasa que quieres el mar
el arroyo no te alcanza
montas el barco, (Esperanza)
hinchas las velas al viento
vuela al cielo el pensamiento
y te amarras al timón.
pero el mar es un dragón
fiero de alas oscuras
y las olas son alturas
imposibles de cruzar
y cuando vas a naufragar
cuando el barco ya zozobra
y no existe la maniobra
que te pueda al fin salvar,
te pones a recordar
aquel hilito tan fino
de agua dulce que el camino
te hacía tan llevadero
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