Me gusta que me mires cuando escribo
absorta la mirada calmo el juicio
con tácita promesa que mi vicio
despierta en ti ese afán provocativo
me gusta contemplarte pensativo
cuando haces de mujer junto a mi cama
al ver como tus medias se derraman
rodando entre tus dedos muslo abajo
me gusta escucharte cuando cantas
a veces sin querer en tu tarea
entonces mi entusiasmo te desea
con locas fantasías, nada santas
Me gusta mirarte si descansas
revuelto el algodón y los cojines
el aire con aroma de jazmines
y el rostro con la paz del agua mansa
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