Un verde, allí afuera me reclama
un verde familiar, que era mi amigo
de tardes con el sol, era testigo
y a veces le escucho que me llama
rendido por el sueño, hasta mi cama
me llega su esplendor con el rocío
recuerdo su color en el estío
y su mudanza en el invierno helado
grabado en mis retinas ha quedado
el suave terciopelo de los grines
los lagos y las flores, los jardines
y el blanco de la arena, inmaculado
porque te abandoné, mi verde amado
tal vez fuera la lucha por la vida
es caso es que me queda una partida
o dos, si lo permite el alabado
ahora que la fuerza está a mi lado
y el músculo y la mente me responden
a todos los duendes que se esconden
en tu verde vergel, daré batalla!
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